Narrative Medicine: Form, Function and Ethics.
El artículo, publicado en el año 2001, en Annals of Internal Medicine, puede considerarse la presentación del concepto Medicina Narrativa al colectivo médico. La Prof. Rita Charon introduce qué es Medicina Narrativa:
Medicina practicada con la competencia narrativa de reconocer, interpretar y actuar ante las situaciones difíciles de otros.
En este artículo se hace una revisión de la relación de la medicina con la literatura, en sus diversas formas. A lo largo de la historia y en el mundo actual, los médicos escriben:
- Ficción médica: historias inventadas acerca de médicos y pacientes. En el artículo mencionan a William Carlos William, considerado uno de los grandes escritores norteamericanos, pediatra, y a Richard Selzer. Nosotros podríamos hablar de Pío Baroja y su Árbol de la Ciencia, por ejemplo.
- Escritura para legos: los ensayos escritos en periódicos de tirada general, por médicos, para el público general. Aquí incluiría, aunque no es un periódico, el libro de Fernando Fabiani, ¿Te puedo hablar claro?.
- Autobiografía médica: el autor se somete al juicio público de su ser íntimo. Qué mejor ejemplo actual que Cuando ya no puedes más, de Enrique Gavilán, O When breath becomes Air, de PAul Kalanithi.
- Historias desde la consulta: secciones de las revistas médicas permiten la publicación de relatos escritos por médicos. Esto, que no es tan habitual en las revistas españolas, aparece en todos los número se revistas de prestigio como JAMA (A Piece of my Mind), Health Affairs (Narrative MAtters) o el Annals of Internal MEdicine (On Being a Doctor).
- Ejercicios escritos durante la formación. Esto sí que es una novedad en nuestro entorno. No es habitual solicitar a los estudiantes y residentes que hagan ejercicios escritos de reflexión, más allá de experiencias particulares. El beneficio de estos ejercicios ha sido estudiando ampliamente.
A partir de esto, R. Charon analiza las consecuencias de incluir la medicina narrativa en la práctica diaria, a partir de la refelxión sobre su propia experiencia en consulta, no solo escribiendo, sino mostrando estos escritos a los pacientes.En sus palabras:
Cuanto más escrito sobre mis pacientes y mí misma, más segura me siento sobre el hecho de e que el acto de escribir me da acceso a un conocimiento que, de otra manera, permanecería, fuera de mi alcance.<
Es cierto que la experiencia individual no suele estar bien valorada en el contexto médico, sin embargo, merece la pena tener en cuenta el impacto que escribir ha tenido en la autora.
En el artículo se analiza también el aspecto ético de la práctica de la medicina narrativa. ¿En qué responsabilidades éticas incurrimos cuando escribimos las historias de nuestros pacientes, ya se para nosotros mismo como para otros? Está claro, ya lo menciona, que la publicación de historias en la que se presentan casos reales, requiere de la autorización de los afectados, incluso cuando se cambian los datos. El paciente o su familia podrían reconocerse perfectamente y sentir que el médico ha traicionado su confianza. Pero no todo lo que se escribe debe ser publicado. Escribir para uno mismo, refiere Rita Charon, permite pensar clara y críticamente sobre nuestras experiencias y no necesariamente necesitamos enseñar estos textos a los pacientes.
No es extraño que la medicina narrativa pueda florecer ahora. LAs circunstancias de la práctica, la presión asistencial, los nuevos modelos de historia electrónica, la erosión de la relación médico-paciente, la súper especialización y tecnificación, conllevan una pérdida del reconocimiento del individuo, paciente y profesional. El reconocimeinto de la importancia de las historias individuales puede ser un modo de luchar contra estos factores.
Este artículo está escrito en el 2001, en EEUU. Me pregunto si la situación en España, en estos momentos, lo puede convertir en un artículo perfectamente actual.